Alicia’s Theory
Quitar etiquetas = Un-label
Como en muchas familias, en la mía cada miembro tenía una
“etiqueta” que resumía nuestra personalidad, la mía era “es la enojona”. Lo grave es que le daban una connotación de
ser “mala persona” por el hecho de enojarme y yo me sentía tan “mala hija” por ello
que eso si me hacía enojar; pasaron
muchos años sintiéndome mal hasta que un día (ya en la edad adulta), una
psicóloga me dijo … “enojarse no es malo”,
y me quedé con la boca abierta por algunos segundos, sorprendida. Aclaró que
todo lo que necesitaba era encaminar bien ese enojo y me puso algunos ejemplos
en los que un disgusto había hecho posible que lograra corregir un procedimiento
en el trabajo, o concientizar a alguien del daño al medio ambiente, o defender
a algún desvalido, etc. Eso, combinado
con el hecho de que en uno de mis trabajos remarcaban lo agradable y apacible
que era, al grado de considerarme como mediadora en conversaciones
acaloradas, hizo posible que me quitara la etiqueta aunque en mi casa
todavía no estoy segura si ya me la quitaron.
En base a esa experiencia personal, y siguiendo un poco la
Teoría Gestalt en cuanto a la conexión de cuerpo, mente y alma, surge “Alicia’s
Theory” donde se eliminarán las etiquetas en todas las personas y en todas las edades. No más niños “tímidos”, no más adolescentes
“flojos”, no más adultos “irresponsables” o viejos “tercos”. Todos esos calificativos serán para las actitudes
pero no para las personas. Además, las cualidades y “defectos” no son otra cosa
que HERRAMIENTAS necesarias para tener un equilibrio en la vida y todos,
absolutamente todos tienen una razón de ser, pero lo más importante, lo que NO
DEBEMOS OLVIDAR es que todos tenemos la capacidad de ser un poco de todo.
Por ejemplo:
Alicia no es enojona, es un ser maravilloso con un sentimiento
de enojo por alguna razón. Enojarse
NO es sinónimo de ser Mala persona porque no afecta la esencia del ser humano,
es solo la forma de reaccionar ante un determinado evento. Además, enojarse puede ser algo muy positivo
como se menciona en el libro “Una queja es un regalo” donde se aprende del
enojo de una persona para corregir lo que deba corregirse. Por ejemplo; un cliente molesto por el tiempo
invertido en hacer fila está transmitiendo la urgente necesidad de poner más
personal que atienda al público.
Otro ejemplo:
Una persona NO es Tímida, es un ser humano que tiene la
capacidad de ser completamente extrovertida solo que no lo ha necesitado, no lo
ha aprendido, o le trae mejores beneficios actuar tímidamente. Hay que quitar
esa etiqueta que casi siempre va acompañada de una segunda etiqueta llamada
Inseguridad. La timidez de hecho tiene grandes ventajas como
tener la paciencia para construir un vínculo interpersonal, dar tiempo al
tiempo, propicia la introspección y el
crecimiento personal.
Un ejemplo más es la etiqueta de “ser flojo”
Nuevamente la persona NO es floja, puede ser tan activa y
dinámica como quiera, solo que prefiere buscar formas prácticas de hacer su
trabajo para dedicar más tiempo a la relajación y entretenimiento. El exceso de sueño por ejemplo, en la niñez y
juventud es una forma de optimizar la horma del crecimiento, ayuda a “recargar
la pila” y reduce la presión sanguínea, así que aparte de no ser “negativo” el
ser flojo tiene sus ventajas.
El ser “desordenado” también es una etiqueta.
A los adolescentes principalmente se les etiqueta como
desordenados cuando en realidad pueden ser muchachos muy ordenados, pero en esa
etapa de la vida tienen tantas cosas en mente que se concentran en prioridades
que no tienen nada que ver con la organización y el orden como puede ser la
creatividad, el descubrimiento, etc.
Ya es hora de dejar de colgarles etiquetas a los niños como
la de “eres un inútil” cuando puede ser muy inteligente, útil y productivo
aprovechando su energía en lineamientos bien establecidos y guiados por los
mismo padres, en vez de usarla en creerse lo que la etiqueta significa y con
ello bajar su autoestima. Esos jóvenes
etiquetados como “irresponsables” pueden ser tan comprometidos como quieran, y
a veces lo demuestran al estar presente cuando los amigos los necesitan, solo
hay que motivarlos, enseñarles y propiciar el desarrollo de esa actitud. Hasta los “viejos tercos” cambian su actitud
cuando la justificación los convence de lo contrario.
CONCLUSION:
Cada etiqueta describe la acción y el comportamiento pero no
describe a la persona. Mi teoría
consiste en SEPARAR al ser humano
maravilloso de su actitud, para propiciar el entendimiento y la empatía.