sábado, 30 de abril de 2016

Del Libro “Por favor sea feliz con su Trabajo” de Nicholas Parsons




Los seres humanos trabajamos para mantener una existencia decorosa y acorde con las exigencias de la sociedad.  Para comprender esta razón tenemos que aceptar que la sociedad en la que vivimos nos exige que cumplamos con una serie de valores;  al tiempo que debemos asumir que uno de los principales valores de nuestra sociedad es el trabajo productivo.

A pesar de la validez y la importancia del anterior señalamiento, es común que algunas personas supongan que el principal valor de nuestra sociedad es la posesión de dinero o bienes materiales, a tal grado que podrían llegar a pensar que una cuenta bancaria con muchos millones es más importante que un trabajo caracterizado por la creatividad, la pasión y el esfuerzo.  Esta idea – sin duda alguna – es absolutamente falsa, pues – como ya lo hemos señalado – el principal valor de nuestra sociedad es el trabajo en sí mismo.

Veamos por qué:  supongamos que usted, en vez de tener un trabajo donde pueda materializar su creatividad, su pasión y su esfuerzo, se dedica a una actividad ilícita que le permite obtener – sin trabajar de acuerdo con los cánones que nos marca la sociedad – una gran cantidad de dinero.  Usted es, para decirlo de manera clara y precisa, un narcotraficante.
Sin duda su chequera estará abultadísima y podrá brindar a los suyos todos los bienes materiales que deseen, pero – lamentablemente – sus labores no cumplirán con los valores y las exigencias que le impone la sociedad.  Este sólo hecho – a pesar de la fortuna que tenga – le impedirá mostrarse ante los suyos como una persona digna, como un ejemplo a seguir o como alguien que ha cumplido con sus exigencias para brindar a su familia todo aquellos que requería.

Así pues, debemos aceptar que el trabajo válido y reconocido – y que nos permite presentarnos ante los nuestros con la frente en alto – es aquel que contribuye al engrandecimiento de la sociedad.  En efecto, cada uno de los trabajos necesarios y valorados – aquí poco importa su humildad o su opulencia – implica un beneficio a la sociedad.
Este beneficio a la sociedad es un motivo para que el trabajador se sienta feliz, pues él sabe que gracias a su esfuerzo, su creatividad y su pasión cotidianas contribuye a la construcción de un mundo mejor donde él, su esposa, sus hijos, sus familiares y todos sus seres queridos, encontrarán la felicidad a cada paso.

En el momento en que una persona asume que su trabajo contribuye al beneficio de la sociedad, esto se reflejará en la vida de las personas que ama:  se convertirá en un motivo de alegría, en una motivación de gran importancia para acometer sus labores cotidianas, y para dar en ellas lo mejor de sí mismo.

En síntesis:  El trabajo creativo, apasionado y esforzado, contribuye a la construcción de una sociedad acorde con nuestros sueños y nuestros deseos, y es fundamental para edificar el mundo que deseamos para nuestros hijos.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario