¿Cuál es el lado
positivo de nuestras “imperfecciones”?
Francisco de Asís llamaba “benditas imperfecciones” a los
defectos que todos tenemos. Benditas
porque nos ayudan a crecer y a aprender, y algunas hasta son las causantes de
que logremos ciertas cosas importantes en la vida.
Un amigo muy querido es el ser más terco que hay sobre la tierra. Su terquedad a veces me vuelve loca, y
también a su familia. Hace tres años
descubrió un importante problema en una empresa, que afectaba a miles de personas
en Canadá, el país donde vive. Habló con
los directivos encargados del asunto, no hicieron caso; se puso a recaudar evidencia, mandó muchos
correos electrónicos a las instancias gubernamentales correspondientes, pero
tampoco hicieron caso. Tuvo decenas de
juntas con ciertas autoridades del gobierno, hizo contacto con los medios de
comunicación, movió cielo, mar y tierra durante
TRES AÑOS, hasta que el problema
fue sacado a la luz y solucionado. Su
bendita terquedad lo ayudó a pasar por todo este proceso muy desgastante y
complicado; sin ella, de seguro se
hubiera “quebrado” a la mitad del camino.
En una entrevista, Mahatma Gandhi se describió a sí mismo
como alguien muy avaro. Gracias a su avaricia, nunca se conformó con
los ofrecimientos que el gobierno británico proponía en sus negociaciones
durante la época en que tenía el dominio sobre la India. La “avaricia” de Gandhi lo llevó a pedir más
y más y más, hasta que logró que los británicos aceptaran todas las condiciones
y requerimientos, logrando a fin de cuentas la total independencia de su país.
En una biografía de Nicolás Copérnico, leí que desde niño
éste fue en extremo desconfiado. Desconfiaba de todo y de todos, lo cual
volvía loca a su mamá, ya que cada cosa que le decía (aun la más
insignificante) la cuestionaba y desmenuzaba hasta que quedaba convencido, o
no. Gracias a ello, también desconfió de
las teorías que en su tiempo eran plenamente aceptadas por los astrónomos más
eminentes, en relación con el modelo “geocéntrico” que afirmaba que la Tierra
era el centro de nuestro sistema planetario.
Copérnico estableció que en realidad el Sol es el centro de nuestro
sistema solar, formulando así su teoría “heliocéntrica”, que es considerada una
de las más importantes en la historia de la astronomía, y el parteaguas para
muchísimas otras investigaciones y descubrimientos que le siguieron.
Yo soy obsesiva,
a veces no me aguanto ni yo misma. Mi
obsersividad me ha servido mucho en la vida, para ser formal, puntual y
responsable y para realizar mis sueños, porque para lograrlos he tenido que
luchar duro y encontrar agua en un río seco y llaves para puertas cerradas a
piedra y lodo… y gracias a mi obsesividad, las he encontrado. También me ha sido muy útil en mi profesión,
tanto para escribir libros como para dictar cursos y conferencias, ya que me da
la capacidad de organizar ideas, esquematizarlas y describirlas de manera muy
clara y comprensible. Muchos colegas –
algunos que conozco personalmente y otros que me han escrito después de ir a
una de mis conferencias o haber leído uno de mis libros – me han dicho que
tengo una gran capacidad de explicar conceptos muy complejos, en palabras muy
simples y organizadas. Y eso se lo debo
a mi obsesividad.
¡Benditas sean nuestras imperfecciones!
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