Por el bien de tus hijos….
NO LOS USES COMO MENSAJEROS
Casi nunca nos detenemos a pensar cómo se siente un hijo
cuando se le coloca en esta posición.
Entendámoslo de una vez por todas: los niños y los adolescentes, y aun los hijos
adultos, experimentan angustia y miedo cuando se les
impone la función de “mensajero” entre sus padres. Por ejemplo, la mamá le indica que le diga a
su papá que necesita dinero para el uniforme, o que le mande la mensualidad, o
que le pague los meses atrasados que le debe.
El niño se llena de miedo e incertidumbre porque en
su corazón sabe que – probablemente – papá se va a enojar. Quizá lanzará insultos hacia su madre por
“latosa, gastadora y desconsiderada” que cree que el dinero se da en los
árboles. Tal vez hasta el niño saldrá
regañado.
Quizás el mensaje no tenga que ver con dinero, sino con
otros temas de la vida cotidiana. El
papá, por ejemplo, le manda decir a la mamá que no va a poder llevarse a los
hijos el siguiente fin de semana. La
mamá reaccionará lanzando sus inconformidades e insultos hacia ese
“irresponsable y bueno para nada”.
El recado de mamá hacia papá puede ser en relación con
cualquier tipo de cosas, como que venga a recoger su ropa que no se ha llevado;
que le informe a los latosos de sus amigos que ya no vive ahí para que ya no le
llamen; que su amiga lo vio con una mujer en tal restaurante; que no sea
irresponsable y vaya a las juntas de la escuela, y una gran cantidad de
situaciones de la vida cotidiana. El
papá también manda diversos mensajes a la madre respecto de todo tipo de temas:
que él sólo pagará las colegiaturas y no la manutención de los hijos; que no lo
siga molestando con equis cosa; que ya
se enteró que anda de “cascos ligeros” con sus amigas; que no está cuidando
bien a sus hijos, etcétera.
Hay toda clase de “mensajes” que muchos padres envían a sus
ex a través de los hijos: “dile”,
“convéncele”, “pídele”, “pregúntale”….
Si somos honestos reconoceremos que por lo general, sea cual sea la nota
que se remite al ex cónyuge, el receptor reacciona con enojo y lo expresa
sin tapujos frente a ellos que ninguna culpa tienen; externan con frecuencia comentarios
desagradables hacia el emisor.
¿Tus hijos tienen que tolerar eso? ¿Les corresponde llevar
los mensajes entre sus padres y exponerse a sus reacciones destructivas? ¿Es su
responsabilidad estar en medio de ambos? ¡NO! ¡Absolutamente NO! Todo lo que le tengas que decir a la madre /
padre de tus hijos, ¡díselo tú directamente!
Todo lo que quieras andar averiguando sobre tu ex cónyuge, pregúntalo tú
directamente. ¿Te da miedo o flojera
hacerlo? ¡Pues supéralo! O
en el último de los casos, si es que en verdad hay razones poderosas y válidas
para no dirigirte sin intermediarios a tu ex, pide ayuda a un abogado para que
funja como representante o a otro adulto de tu confianza, pero no
uses a tus hijos ni cargues sobre sus espaldas ese angustiante y pesado paquete
que no les corresponde llevar.
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