Amor y temor
Un curso de milagros
señala que tenemos principalmente dos estados de ánimo: amor y temor. Sugiere que el temor es la fuente de nuestras
emociones negativas. Es un concepto
bellamente simple y una perspectiva útil para analizar nuestros sentimientos:
“Si estoy enojada siento enojo, ¡no temor!, dice Jane. Veamos.
Su esposo Bill, llega a casa oliendo a alcohol y perfume. Jane está muy enojada. Grita, patalea y lanza platos desde la
cocina. De hecho, grita porque está asustada. Le asusta
no ser importante para Bill, le asusta
perderlo y le asustan esos cabellos rubios en su chamarra deportiva. Cuando
estamos enojados, estamos asustados.
A Jim le preocupa su hipoteca. “Pero cuando estoy preocupado”, dice Jim,
“estoy preocupado”. “Preocupado” es otra
manera de decir asustado, ¿Cómo
puedes preocuparte por algo si no sientes temor? Cuando
estamos preocupados, estamos asustados.
¿Qué me dices de los celos?
Los celos son temor. Es pensar que eres inferior a otros y temer
que ellos estén de acuerdo. Cuando sentimos celos, estamos asustados.
Cuando buscamos bajo la ira, celos, preocupación o
depresión, siempre hallamos temor.
Pero, ¿qué utilidad tiene este
concepto sobre amor y temor? Nos permite
ser más honestos con nosotros.
Descubrimos que lo que en realidad nos molesta no es lo que creemos.
Si quiero eliminar mis temores debo admitir que
existen. Mientras diga: “Eres desconsiderada por darme celos”,
seguiré atascado. Pero si me
pregunto: “¿Por qué me asusta que hables
con extraños bien parecidos?”, empezaré a liberarme. Reconozco mis
temores en vez de tus
defectos. Sólo si admito mis
temores seré capaz de superarlos.
Admitir nuestros temores nos ayuda a explicar nuestros
sentimientos a nuestros seres queridos:
“Querida, la razón por
la que me enojé es que tengo miedo. Temo
que si compras ese vestido de tres mil dólares no tendremos para comer en un
año.”
“Te grito cuando
llegas tarde porque temo que te haya pasado algo en el camino. Si te perdiera no sabría qué hacer. Me asusto.”
Cuando admitimos nuestros temores evitamos culpar a los
demás. En esencia, decimos: “Quiero
que sepas que estoy asustado. No digo
que sea tu culpa.”
Cuando aceptamos que no necesitamos ser perfectos, y
explicamos nuestros sentimientos en relación con nuestros temores, nuestros
seres queridos responden. ¡La aceptación
de nuestra vulnerabilidad evita las vajillas rotas!
Ten presente también que las demás personas no están
molestas por las razones que creen. Si
te agreden es porque están asustadas. Si
sabes que están asustadas, tú sentirás menos temor.
Tal vez pienses:
“Pero si el amor y el temor son las emociones más importantes, ¿no
significa eso que muchas personas están asustadas?” ¡Sin duda! Montones de personas están moralmente
asustadas: de hacer el ridículo, de engordar, de perder su empleo, la dignidad
o dinero, de ser asaltadas, de envejecer, de estar solas, de vivir y de
morir. ¡Por eso actúan como lo hacen!
¿Qué los hace
sentir mejor? SER AMADOS.
.
Se ve Muy interesante¡. . y que Andrew Matthews hable del curso de milagros me parece muy curioso, definitivamente lo boy a comprar; Gracias
ResponderEliminarDisculpe usted encontró un Ejemplar?
EliminarAndo buscando incansablemente un ejemplar de este libro, no he tenido éxito. Hay un lugar donde lo pueda conseguir?
ResponderEliminarDependiendo del País y Cuidad. En México lo encuentras en "libro Club", librería El Día,Librería Gandhi y creo que hasta en Restaurantes Sanborns.
Eliminar