No tienes que esperar a ser más
grande
Los niños pueden hacer dinero, tener un negocio, ahorrar
dinero, invertir en la bolsa de valores, y donar a la caridad. El dinero no sólo es para los adultos. Es para quien sea que tiene padres que están
deseosos de ayudar a que los niños sean educados en finanzas.
Richard estaba aburrido en el verano y quería poner un
puesto de limonada. Su madre le dijo
“Hoy no. Es mucho problema hacerlo en
este momento. Puedes hacerlo cualquier
otro día en las vacaciones”. Y entonces
lo llevó a comprar un helado.
Wendy también se aburrió en el verano y ella también quería
poner un puesto de limonadas. Su madre
le dijo “A ver, cuéntame. Quiero que me
digas el qué, por qué, dónde, cuándo y a
quién estás pensando venderlas.”
Después de una larga discusión, llevó a su hija a comprar provisiones
para preparar limonada.
Ambos niños aprendieron importantes lecciones de los
resultados de su idea del puesto de limonadas.
Richard aprendió:
1.- Un niño de ocho
años no tiene mucho poder.
2.- Es difícil que
tomen en cuenta tus ideas, o incluso que sean escuchadas.
3.- Puedes ganarte un
helado si olvidas tu idea y no la mencionas de nuevo.
4.- “Algún día”
significa NUNCA
Wendy
aprendió:
1.- Los
padres te escuchan e invierten tiempo para oír tus pensamientos e ideas,
a pesar de que algunas veces no estén de
acuerdo con ellas.
2.- Se requiere de
una inversión
de capital para iniciar un negocio.
“¿Dónde vas a conseguir el dinero para iniciar este negocio?” su mamá preguntó. “De ti,” la pequeña de ocho años respondió. “No creo,” su mamá le contestó, “a menos que
quieras pagarme intereses.”
3.- Si no tienes
dinero, otras personas estarán felices de prestártelo, si estás dispuesto a
pagarles por ese servicio. Después de
escuchar que se le cobrarían diez centavos por cada peso que necesitara para
comenzar, Wendy le dijo a su mamá “probablemente tengo suficiente en mis
ahorros.”
4.- Ayuda a hacer
algo de planeación antes de comenzar un negocio. “¿Cuánto voy a necesitar?” preguntó Wendy,
“No estoy segura” le dijo su mamá. “¿Por
cuantos días piensas hacer esto y durante cuanto tiempo?” ¿Cuánto vas a cobrar y dónde vas a
hacerlo? ¿Tienes un objetivo de venta?”
5.- El
lugar es importante. El primer
día de la semana Wendy se instaló frente a su casa. Tuvo cinco clientes en toda la tarde. Al día siguiente, Wendy puso su mesa en el
jardín de su abuelita durante la venta de garaje. Vendió todo en dos horas y tuvo que resurtir.
6.- En los negocios
puedes ayudar a las personas y hacer dinero. Los clientes de la venta de garaje estaban
acalorados y sedientos. Ellos apreciaron
mucho el servicio que les dio Wendy, y algunos hasta dieron generosamente una
propina. Ella ayudó a los clientes a
estar frescos y a saciar su sed. Ellos
le ayudaron a ganar cuatrocientos pesos.
Claramente era una situación de ganar/ganar.
7.- Siempre da a
las personas más de los que vale su dinero. Además de una limonada bien fría, Wendy les
dio servilletas, una sonrisa y rellenaba sus vasos sin costo. Muchos de los clientes volvieron a pagar
cuando pedían que se rellenara el vaso.
8.- El
crédito no es necesario. Wendy
pagó por las provisiones para arrancar, de sus ahorros. Pagó en efectivo, vendió en efectivo y guardó
su dinero en efectivo cuando terminó.
Una tarjeta de plástico no fue necesaria para ninguna transacción.
9.- Es importante dar
algo a cambio. Wendy dispuso el diez por
ciento de sus ganancias para el frasco de la caridad de la familia al
terminar su venta de limonadas.
Simplemente modeló lo que había visto que sus padres hacían muchos
domingos por las tardes.
10. Hacer una limpieza
es necesario. Justo cuando Wendy estaba
por irse, su abuela le dio una bolsa de basura par tirar los vasos y
servilletas que se habían quedado en el jardín.
Wendy estaba cansada y quería irse a casa, pero se dio cuenta de que
limpiar era su responsabilidad.
Wendy y Richard tuvieron veranos interesantes. Un niño aprendió varias lecciones sobre la economía sobre cómo iniciar
un negocio. El otro no. Uno aprendió sobre responsabilidad, esfuerzo, persistencia y planeación. El otro no lo hizo. Uno aprendió que puedes establecer una meta y alcanzarla. El otro no.
Uno tiene un padre que sabe que un puesto de limonadas ofrece oportunidades increíbles
para aprender los principios de éxito de la
vida. El otro no.
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