viernes, 1 de julio de 2011

Del libro “Consejos para padres divorciados” de Martha Alicia Chávez……

El hombre de la casa

Un niño de cuatro años tenía graves problemas para dormir. Al aplicarle un test proyectivo los resultados proporcionaron valiosa información que luego cotejé con los hechos de su vida cotidiana.

Resulta que sus padres le dijeron – muchos cometen este garrafal error – que ahora que papá no vivía con ellos, él era el hombre de la casa y debía cuidar a su mami (como si mami fuera una bebé o una retrasada mental que no se pudiera cuidar a sí misma y a sus hijos, como es debido).

El niño, pues, se pasaba largas horas de la noche sin poder conciliar el sueño, pensando en que si entraba un ratero tendría que hacerle frente, lo cual lo llenaba de pánico. Se imaginaba la escena una y otra vez en la que corría a la cocina por un cuchillo, peleaba con él, y luego llamaba a la policía. O tal vez mejor primero llamar a la policía y mientras llegaban él luchaba con el ladrón, etc.

Tu hija/o no es, no lo fue y no lo será, el hombre ni la mujer de la casa. Es de vital importancia que no les digas que lo son. Tu hija/o de cualquier edad es y será siempre TU HIJO O TU HIJA. Nunca tu padre, nunca tu madre, nunca tu pareja, nunca el hombre de la casa, nunca la mujer de la casa.

PROPUESTAS CLAVE:

Yo soy la mamá / papá y tú eres el hijo/a; tú no me tienes que dar permiso, regañar o decirme qué hacer. Yo soy quien te va a decir a ti que hacer o a darte los permisos, no tú a mí.

Tú no te preocupes por la educación de tus hermanos. Ese asunto nos corresponde sólo a tu madre / padre y a mí, y nosotros somos los únicos que vamos a decidir cómo educarte a ti y a tus hermanos.

Tú eres el hijo/a y yo soy tu mamá/papá. Yo soy quien te va a cuidar a ti, no tú a mí.

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