jueves, 17 de abril de 2025

Del Libro “Conversando con Mayuyi” de Alicia Campos Vera - Despedida del amigo de la infancia

 

Del Libro “Conversando con Mayuyi” de Alicia Campos Vera

 


En una mesa cercana a la entrada se habían acomodado los más jóvenes del grupo, entre ellos los nietos de Adolfo y las hijas de Olivia, quienes compartían lo difícil que era separarse de los amigos. Justo cuando Mayuyi se aproximaba a la mesa, escuchó decir al menor del grupo que al despedirse de su amigo sintió que una parte de su vida se iba con él. Después de saludar a todos, la mujer retomó el tema diciendo:

— Así que perdiste a un amigo.

— Mi mejor amigo desde el kínder se fue a vivir a otro país.

— Con razón bien dijiste que una parte de tu vida se iba con él. Debe ser muy doloroso.

— Ya tiene varios meses de eso, pero aún lo extraño. Era mi confidente, mi aliado y mi cómplice.

— Una combinación que no es fácil de encontrar.

— Tiene razón, tengo muchos amigos, pero con ninguno me siento con la confianza de platicarle todo como con mi amigo Pepe. Aunque conforme pasa el tiempo, ya tampoco puedo platicarle todo a él porque hacerlo en videollamadas no es lo mismo, y seguido me corta porque tiene otras actividades o le están hablando sus nuevos amigos.

— Tal vez tengas que trabajar en el apego y dejarlo ir.

— ¿Dejarlo ir?

— Sí, al ser tan unidos, se forma un grado de apego, de dependencia, de hacer las cosas solo con él, aun teniendo a más amigos, pero, como bien dices, él ya tiene nuevas amistades y círculos sociales, lo cual está bien; entonces, tal vez debas dejar ir a ese amigo incondicional de tu infancia y aceptarlo ahora como ese amigo en el extranjero al que solo podrás ver o contactar de vez en cuando.

— Creo que ya entendí, debo cerrar mi círculo de duelo.

— Dicho de otra forma, sí, es correcto.

— Es lo que me ha dicho mi mamá.

Todos habían estado muy atentos al diálogo, porque de alguna forma se identificaban con el acontecimiento del muchacho, pero cuando Janeth escuchó la palabra duelo, entró en confusión.

— Pero ¿por qué hablan de duelo si no se ha muerto?

El duelo es solo un proceso para sanar el dolor de perder algo o a alguien, y en este caso se ha perdido al amigo de la infancia, al confidente, aliado y cómplice de una etapa de la vida.

— Oh, es cierto, ya entendí.

— Además, los amigos del alma son los hermanos elegidos con el corazón, así que es una pérdida significativa por el hecho de estar lejos.

— ¿Entonces tiene que pasar por la negación, ira, negociación, dolor y aceptación? — dijo Janeth en forma pausada mientras recordaba lo que en varias ocasiones había escuchado en las pláticas sostenidas entre su madre y Mayuyi.

— Es correcto.

— Negación no hay, porque es un hecho que ya no está aquí; ira no siento, pero dolor, aunque leve, sí existe porque lo sigo extrañando, aunque creo que cada vez menos.

— Igual una carta de despedida al niño de la infancia y una carta de bienvenida al amigo adulto te pudiera ayudar — dijo sonriente Mayuyi en señal de que era algo positivo.

– Qué buena idea. Yo ya había empezado la carta de despedida porque mi madre también me la sugirió, pero sentía que la estaba haciendo para un amigo que murió, sin embargo, despedir a un amigo de la infancia tiene más sentido, y aceptarlo ahora como un nuevo amigo creo que me va a hacer sentir bien.

Las expresiones en los rostros de los muchachos eran de alegría, y Mayuyi suspiró con satisfacción al ver que las nuevas generaciones ya hablaban de forma más abierta sobre las pérdidas y el proceso de duelo. Así que se despidió del grupo para continuar su recorrido por el salón.

 

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