Fechas
especiales Autora: Alicia Campos Vera
No hay una
sola respuesta, pues va a depender de que tan reciente es la pérdida, las
condiciones de su muerte, el tiempo o años compartidos, el vínculo afectivo
(apego), las herramientas con que cuenta la persona en duelo, etc. Sin embargo,
aquí comparto algunos puntos a considerar, para quien ha sufrido la muerte de
un ser querido.
Si tu
pérdida es muy reciente y no tienes ánimo de festejar, ¡no lo hagas! y pídele a
tus familiares, amistades y conocidos, que respeten tu decisión, solo en lo que
procesas tu duelo. Ahora bien, NO es recomendable aislarse, por
lo que te sugiero busques la compañía de alguien que quiera estar contigo, en
un ambiente tranquilo (de preferencia que no sea en la casa que te trae recuerdos
tristes), tal vez en un templo, o en casa de un amigo (a) jugando juegos de mesa,
o con una familia donde más que fiesta solo sea una cena y conversación agradable,
etc.
Si tu
pérdida tiene ya más de un año y sigues sin ánimo de celebrar, yo te diría que
te esfuerces por participar en algunos eventos, tratando de actuar como a tu
ser querido le gustaría verte, pues es una forma de honrar su memoria. Si te
cuesta mucho trabajo, hazlo de forma gradual, y si por más que intentas no
logras ni siquiera salir de casa, entonces busca ayuda tanatológica para
trabajar tu duelo.
Recuerda que
la muerte de tu ser querido NO define la historia de vida que tuvieron
juntos. Dicho de otra forma, no te
enfoques solamente en lo triste de su deceso y lo doloroso de su ausencia, también
recuerda su alegría contagiosa en las festividades, sus consejos y ayuda para
que fueras feliz, su apoyo incondicional para que alcanzaras tus metas, los
obsequios que te daba, las comidas que preparaba, sus ocurrencias, y todo lo
que te hacía feliz. Una vez que sumes
todo lo bueno que vivieron juntos, entonces decídete a continuar siendo feliz,
por ti y por él / ella.
En
conclusión, trabaja tus duelos lo más pronto posible, para que puedas celebrar con
alegría las fechas especiales y reflexiona sobre lo siguiente: La muerte NO
nos roba a los seres amados, los inmortaliza en el recuerdo.