Del libro “El
doctor de la memoria” de Douglas J.
Mason y Spencer Xavier Smith
ELABORACIÓN
Digamos que se prepara para ir al supermercado y que en su camino a la casa su pareja le dice: “mi amor, ¿te acordarás de comprar algo de queso crema y una lata de tomates cocidos? Me gustan los tomates Del Monte, así que si tienen de ésos cómpralos”. Desde luego, usted ya preparó su lista de alimentos en su cabeza, usando con cuidado las estrategias de memoria de este libro para asegurar que no olvidará nada. Ahora, en el último minuto, tiene que conectar algo nuevo en esa lista. ¿Qué hacer?
El uso de la
elaboración es otra forma poderosa de mejorar su proceso de codificación. La
elaboración es el acto de expandir el contexto inmediato de la información
que desea recordar de manera que incluya más componentes sensoriales o
cognitivos. Cuando quiera recordar algo,
el valor de incluir más partes de su cerebro en el proceso de codificación es
lo que le da esos registros neuronales de más para usar después cuando desee
recuperar el recuerdo.
Existe una gran
cantidad de evidencia que indica que cuando incluimos más de nuestras
estructuras cognitivas en la creación de un recuerdo, éste estará incrustado a
mayor profundidad en el cerebro (Yesavage, 1989). Existe una variedad de formas en que usted
puede elaborar con detalle la información que desea recordar y una vez que
aprenda a ser creativo con la elaboración, este trabajo se puede volver muy
divertido. Revisemos algunos ejemplos.
Haga que participen sus sentidos
Quizá la forma
más directa de elaborar con más detalle la información que necesita recordar es
hacer participar sus sentidos involucrados con la información. Cuando intentamos recordar, tenemos la
tendencia a estancarnos en el componente verbal de la información. Por ejemplo, usted podría usar sus
estrategias de ensayo y repetirse una y otra vez: “queso crema y una lata de tomates Del Monte”. Esto podría servirle bastante bien. Pero recuerde que las palabras son sólo
descriptoras. Representan los objetos
reales (al menos muchas de ellas lo hacen).
Podría ser de ayuda ir más allá de las palabras y regresar al objeto a
su alcance.
Eso significa que
desea disolver la palabra de manera que regrese hasta las propiedades físicas y
sensoriales del objeto que la palabra describe.
Piense en el queso crema. Es una
sustancia blanca, cremosa, que usted unta en sus panes. Piense en su consistencia. En su sabor. De hecho, puede visualizarlo (véase la
sección “Visualización” más adelante) y lleve el queso crema al ojo de su mente. Imagine cómo sentiría usted el queso crema si
se lo embadurnara en las manos. Ahora,
haga lo mismo con los tomates. Imagine unos trozos blandos de tomates,
enlatados para su uso futuro, en sus manos.
Piense en el guisado que su pareja cocinará para la cena de esa noche.
Puede llevar este proceso tan lejos como su imaginación le permita.
Invente una historia
Existe un
problema al que podría enfrentarse cuando use la información sensorial de la
elaboración. Alguna información no se
relaciona con los sentidos. En el
ejemplo anterior, se le pidió que comprara unos tomates cocidos Del Monte. Estos no son cualquier tipo de tomates. Son una marca especial de tomates. ¿Qué tipo
de información sensorial puede atribuirle a Del
Monte? Le daremos una pista.
Ninguna.
Por este motivo,
en ciertas circunstancias podría ser de utilidad usar otros tipos de técnicas
de elaboración. Una de éstas es inventar
una historia sobre aquello que desee recordar.
Esto podría parecer algo absurdo, pero puede ser muy divertido (en tanto
se permita ser creativo con ello), y es muy sorprendente lo eficaz que puede
ser este método para ayudar a su memoria.
Existen tres puntos que querrá recordar cuando cree su historia.
1.- Use
todos los elementos que necesita recordar en su historia. En el ejemplo anterior, existen dos objetos
que necesita recordar: queso crema y tomates cocidos Del Monte. Esto podría parecer demasiado simplista, pero
debe asegurarse que estos elementos estén en la historia que cree.
2.- Use su sentido
del humor. Tendemos a recordar las
cosas que nos hacen reír o los comentarios espontáneos mucho mejor que aquello
sin sentido. Por lo tanto, utilizar el
humor puede ser de gran ayuda para mejorar su memoria. ¿Recuerda el comentario que hicimos con
anterioridad sobre llevar un pollo bajo su brazo? Esa es la clase de detalle
que sobresale en una historia y que le hace recordarla. No, en realidad no creemos que lleve un pollo
bajo el brazo mientras lee este libro.
3.- Use sus estrategias
de codificación. Todas estas
técnicas pueden usarse de forma interdependiente. Es grandioso si puede usar más de una
estrategia a la vez. En su historia
podría querer ensayar al repetir una y otra vez los nombres de los objetos que
necesita, o podría usar bastante información sensorial. Si usa ambas, eso con seguridad mejorará su
memoria. Ahora le presentaremos un
ejemplo del tipo de historia que podría crear sobre el queso crema y los
tomates Del Monte. Esto será un poco frívolo después de todo el
trabajo arduo que ha realizado hasta este punto.
El secreto de los tomates Del monte: el queso crema
Del Monte era un hombre bajito, de no más de un metro de
altura. Tenía mejillas rubicundas, una
complexión regordeta y cuadrada, y estaba cubierto de vello desde la cabeza
hasta los pies. Bebía whisky de maíz
como un pez. Del Monte era famoso en su tierra por elaborar los tomates cocidos
más deliciosos. Nadie conocía cuál era
su secreto, sólo se sabía que una vez que comían una lata de tomates cocidos Del Monte nunca más querrían probar
otra.
Hace muchos años,
Del Monte descubrió el secreto de los
grandes tomates cocidos: el queso
crema. Un día, después de haber bebido
varios sorbos de su garrafa de whisky, Del
Monte decidió agregar una cucharada de queso crema a su siguiente lote de
tomates cocidos. Poco sabía lo que resultaría de ello.
Tomó una
cucharadita del cremoso material blanco de su recipiente y lo arrojó dentro de
la olla en la que cocinaba sus tomates cocidos.
El queso se disolvió lentamente dentro del espeso puré de tomates. Después de que probó su nueva creación, supo
que había encontrado la receta para los tomates cocidos perfectos: el queso
crema.
Como puede ver,
en realidad su historia no necesita tener ningún fundamento. De hecho, en algunos casos cuanto más extraña
sea la historia, más fácil podrá recordar los componentes esenciales. Sólo diviértase con ello, sea creativo y
disfrute recordando.