lunes, 12 de diciembre de 2022

Del libro “La vida es para gozarla” de Arturo Malpica - Sal de tu caracol

 

Del libro “La vida es para gozarla”  de Arturo Malpica

 

SAL  DE  TU  CARACOL

 




Brenda entra a la sala de juntas encorvada y cabizbaja, como buscando algo en el suelo.  Trata de pasar inadvertida con los asistentes.  Camina por la orilla, se va hasta atrás y se repliega en una silla como acordeón.

La rutina de todas las mañanas.  Ella es muy tímida, vergonzosa, retraída, lo cual le ha acarreado severas consecuencias:  casi no habla con nadie, casi no participa en juntas y cuando se trata de exponer un tema sufre horrores.

No mira a sus compañeros, se le caen las cartulinas, tensa su cuerpo, tartamudea, juega mucho con su ropa, con su cabello, con el gis o el borrador.

“¡Pobre Brenda!”, dicen a sus espaldas.  No tiene amigos, menos novio.

Ella lo sabe, y llegando a casa se encierra en su cuarto a ver mucha tele o, en su defecto, a chatear con un amigo desconocido.  En la noche no puede dormir, pensando en lo que le espera al día siguiente.

¿Te siente en algo identificado? La timidez es un mal degenerativo, te cierra y te aleja de oportunidades.

Sólo cambia de canal.  Piensa en ti mismo como exitosamente tímido.

Si lo eres, no tiene que cambiar tu forma de ser.   Lo que tienes que hacer es cambiar lo que haces y lo que piensas.

 

Cada vez que sientas ese hueco en el estómago:

·          Siéntate en un lugar tranquilo y relaja todo tu cuerpo.

·         Deja caer la cabeza poco a poco hacia adelante.

·         Cierra los ojos y permanece así durante medio minuto, sentirás un agradable sopor.

·         Haz llegar a tu mente las frases: “No hay razón para mi vergüenza”, “Valgo mucho, soy capaz de triunfar”, “Si me equivoco o no, ¿quién se muere?”, “Confío en mí mismo”,  “Tengo la fuerza de voluntad necesaria”,  “Me gusto tal como soy.”

 

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