lunes, 31 de mayo de 2021

Del Libro “Los Diez Retos” de Leonard Felder

 Del Libro “Los Diez Retos” de Leonard Felder

 



La técnica de preguntarte constantemente:  “¿Cómo puedo ser útil?” podría ser fuente de muchas ideas gratificantes y proyectos significativos.  Evidentemente deberás asegurarte de no comprometerte en exceso ni agotarte.  Pero nunca carecerás de sentido y finalidad si te acuerdas de enfrentar cada momento difícil de tu vida con esta actitud:  “¿Cómo puedo transformar esto en algo útil para los demás?”

Por ejemplo, Nina es una mujer divorciada de poco menos de 50 años con dos hijos adolescentes  y un empleo como gerente en una gran empresa.  Hace poco Nina oía hablar constantemente a sus hijos y a otros padres de su escuela de que había escasez de computadoras de calidad para las clases de los niños.  Por lo general Nina no se considera una persona de inclinaciones políticas ni una activista.  De hecho me dijo:  “Soy una de esas personas que están  tan ocupadas con el trabajo, los hijos y las demás responsabilidades de la vida que raramente tengo tiempo de leer el diario o mantenerme al tanto de lo que ocurre”.

Pero la idea de que sus hijos y muchos otros niños estuvieran en desventaja porque sus escuelas no podían proporcionarles computadoras de calidad la inquietó tanto que decidió involucrarse.  Para empezar, simplemente llamó a varios ejecutivos de su propia empresa y discutió con ellos si les interesaría conseguir una disminución de impuestos para la compañía a cambio de que donaran algunas de las viejas computadoras que ya no usaban.  Estas máquinas no tenían más de entre dos y seis años, lo cual significaba que la corporación las consideraba obsoletas, pero a las escuelas les habría encantado tenerlas.

Trabajando sólo media hora por día en este proyecto, Nina comenzó a explorar otras empresas que no usaban sus computadoras levemente envejecidas.  Bastante pronto consiguió en donación más veinticinco máquinas para la escuela de sus hijos.  Pensó en detenerse ahí, pero cuando el director de la escuela cercana pidió ayuda, siguió dedicando media hora diaria a sus consultas telefónicas con diversas empresas.  Antes de un año había logrado acordar que más de doscientas computadoras fueran donadas a escuelas de presupuesto restringido.

La historia de Antonio es un segundo ejemplo de cómo tomar un poco de distancia de una situación frustrante y preguntarse:  “¿Cómo puedo transformar esta experiencia en algo que ayude a los demás y aumente mi sensación de finalidad?”  Hombre sensible e inteligente de poco menos de 40 años que ha trabajado en varios campos, hace poco Antonio creyó que finalmente había encontrado el rumbo de su carrera.  Le parecía que su trabajo como ejecutivo de cuenta en una agencia de publicidad finalmente le daba un empleo  con futuro y cierta seguridad.  Luego una crisis económica de toda la industria del trabajo publicitario puso en bancarrota la empresa donde trabajaba.  Se quedó desolado.  Durante varias semanas se regañó repitiéndose que, una vez más, esto demostraba que era un irresponsable, un fiasco, y que nunca hallaría un rumbo que valiera la pena.

Sin embargo, cuando transformó su contrariedad en la pregunta “¿Cómo puedo utilizar esta experiencia para serle útil a los demás?” se le ocurrieron varias ideas constructivas.  Pensó en crear una empresa de consultoría para capacitar a personas que habían perdido sus empleos.  Consideró la posibilidad de escribir un libro acerca de cómo lidiar con las dudas y voces críticas interiores cuando se está sin trabajo.  También examinó actividades voluntarias que le darían una sensación de finalidad y satisfacción mientras buscaba otro empleo.  Escogió cuidadosamente de entre varias oportunidades de actividades voluntarias y decidió trabajar sin remuneración mientras enviaba su curriculum y aguardaba saber de los empleadores.

Trabajando dos veces por semana como voluntario en un hospital, Antonio volvió a descubrir el sentimiento de su propio valor que le había sido arrebatado al perder su trabajo.  Según dice, “Aunque fue frustrante solicitar empleo en agencias publicitarias y ser rechazado, al ir todas las semanas a mi trabajo voluntario volví a sentirme útil.  Trabajar con gente que tiene interés en lo que hace y ayudar a personas que realmente aprecian a quien demuestra interés produjo un cambio significativo en mi situación.  Dejé de criticarme retrospectivamente y comencé a sentir nuevamente que estoy aquí con una finalidad”.

Tras seis meses como voluntario, le pidieron que se encargara de un nuevo puesto como coordinador de servicios voluntarios.  Aunque había creído que su futuro estaba en el campo de la publicidad, descubrió que su satisfacción provenía de trabajar con gente de las profesiones asistenciales.  Lo que comenzó como un contratiempo en su carrera se convirtió en una oportunidad gratificante.  Antonio admite: “No sé si éste es un puesto para siempre, pero lo que sí sé es que he aprendido mucho acerca de mí mismo y lo que soy capaz de lograr si confío en mis instintos y no dejo de concentrarme en lo que parece valer la pena”.

En tu propia vida, ¿cuáles son la ideas creativas no expresadas, las pasiones no aprovechadas y los dones o aptitudes ocultas que tal vez quisieras comenzar a considerar?  Intercambia ideas con un amigo, pariente, o asesor acerca de las diversas opciones con que cuentas para dar más sentido y satisfacción a tu vida.  No tienes que encontrar un proyecto inmediato.  Puede que a veces respondas a una situación en donde de momento se necesite tu ayuda; otras veces puede que recuerdes un sincero interés que hayas tenido que postergar o pasar por alto hace un tiempo pero que ahora podrías reanudar con buen éxito.  No hay mayor satisfacción que ser útil para un propósito más elevado.

No hay mejor manera de vivir que saber que estás siendo útil a los demás.  Todos sabemos que el mundo necesita reparación;  encontrar una manera útil de hacer todo lo que puedas en tu propio rincón del mundo es importante y vale la pena.

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