Prevención de adicciones….
Ø Reglas y Disciplina
Ø
Comunicación
Ø
Apoya sus sueños
Ø
Motívalos
reconociendo sus logros y lo que hacen bien
Ø
Aprende a manejar
los conflictos
Ø
Conoce a los amigos
de tus hijos
Ø
Disfruta a tus hijos
Ø
Permite que en tu
hogar se expresen los sentimientos
Ø Información
Según el Dr. D. J. Wilmes, experto en el tema de adicciones:
Cuando se trata de prevención de adicciones no hay
garantías. Una familia puede hacer todo
correctamente y aun así tener problemas de adicción. Igualmente, las familias pueden hacer todo
equivocado y aun así no tener problemas de adicción en ninguno de sus
miembros. La prevención es un proceso de
reducir, no de eliminar el riesgo de adicción.
No obstante, hay mucho que sí podemos hacer para aumentar
las probabilidades de que nuestros hijos no consuman drogas y alcohol.
Si bien el proceso de adicción se puede disparar en
cualquier momento de la vida, las estadísticas muestran que la edad más riesgosa
(porque es la más común) para que esto suceda es entre los 11 y los 20 años.
Los siguientes son algunos lineamientos útiles al respecto,
que a fin de cuentas no sólo son aplicables a la prevención de adicciones, sino
al funcionamiento sano de cualquier familia.
Ø Reglas y Disciplina:
Estos aspectos son básicos para
el desarrollo sano de cualquier ser humano.
Las reglas en la familia hacen sentir a los hijos seguros y protegidos, porque
saben qué esperar y dónde están parados.
Pero éstas deben ser consistentes.
Cuando las reglas dependen del humor de los padres, de si la mamá está
experimentando el síndrome premenstrual, de si el papá trae encima una cerveza
o un pesado día de trabajo, los hijos se sienten perdidos como un barquito sin
timón en alta mar.
Las reglas se establecen de
antemano y se explican bien claro a los hijos, hasta por escrito, para que no
haya dudas. El resto del trabajo es
hacer que se cumplan y aplicar consecuencias cuando eso no sucede, las cuales
también se establecerán de antemano. La
razón es simple; si decides cuál será la
consecuencia por no cumplir la regla hasta el momento en que tu hijo la
infringe, es probable que estés tan enojado que exagerarás en la sanción, y más
tarde, cuando se te baje el enojo, probablemente te sentirás culpable y no la
cumplirás. Establecer una regla,
amenaza, consecuencia o promesa, y no cumplirla, es el mejor camino para perder
la confiabilidad, la credibilidad y la autoridad ante tus hijos.