Del libro “20 pasos hacia adelante” de Jorge Bucay
APROVECHA EL TIEMPO
Imagínate que existe un banco
que cada mañana acredita en tu cuenta la nada despreciable suma de 86,400
dólares. Ni uno más ni uno menos: 86,400 dólares diarios para ti, sin pedir
explicaciones ni rendir cuentas; 86,400 dólares, tuyo y sin impuestos.
Imagínate que la única restricción
de la cuenta que te ha sido asignada es que, por una incapacidad del sistema o
una decisión del donante, la cuenta no mantiene los saldos de un día para
otro.
Cada noche al dar las doce, como
el carruaje de la Cenicienta vuelve a convertirse en una calabaza, la cuenta
elimina automáticamente cualquier cantidad que haya quedado como saldo. Y lo
peor, también se desvanece cada dólar retirado que no hayas gastado durante
el día.
Si algo de saldo se ha perdido,
te queda el consuelo de que al día siguiente tendrás frescos y nuevos 86,400
para gastar; aunque no puedes confiarte demasiado ya que nadie sabe decirte
cuanto durará este regalo.
¿Qué actitud vas a tomar?...
Seguramente retirar hasta el último
dólar y disfrutarlo con quien decidas, claro.
— Cada uno de nosotros – le dije a Ricardo – tiene esa
cuenta y tiene ese regalo.
Cada mañana el banco del tiempo te acredita a tu
disposición 86,400 segundos, ni uno más ni uno menos, y cada noche, el
banco borra el saldo y lo manda a pérdida.
El banco no permite cheques posdatados ni admite sobregiros.
Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya.
— Es tu responsabilidad – le dije a Ricardo – invertir cada
segundo de tu tiempo para conseguir lo mejor para ti y para los que amas.
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