sábado, 18 de enero de 2020

Del Libro “El Feo” de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.


Del Libro  “El Feo”  de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.




La apuesta de Pascal






Blais Pascal, en su libro póstumo Pensamientos, escribió una tesis revolucionaria:  Los hábitos son muy difíciles de romper porque provienen de actos repetidos.  Para cambiar de hábitos es necesario forzarnos a la inducción de nuevos actos haciendo como sí.  Por ejemplo, para creer en Dios, aunque seas ateo, haz como si creyeras; no cuestiones, no razones, sólo haz lo que un creyente hace:  reza por las mañanas, lee los libros sagrados, asiste a reuniones de practicantes, actúa como creyente, y poco a poco la conducta inducida te hará cambiar  de convicciones y creerás.  Lo mismo sucede en sentido opuesto; quien tiene la convicción de creer, sólo necesita comportarse como si no creyera, para perder poco a poco su fe.

Claudia Noseda lo explica muy bien:  “El hábito (la vestimenta)  No hace al monje porque no basta con que un hombre use una túnica franciscana, por ejemplo, para convertirse en un franciscano;  es preciso que, además de la vestimenta marrón y el cordel anudado a la cintura, ese hombre cumpla con las prácticas de la vida y del quehacer propio de un franciscano, pero por otro lado, el hábito SI hace al monje porque de proponerse ese hombre acatar los reglamentos de la Orden, la vestimenta le recordará diariamente su condición de monje franciscano”.
En este contexto, la vestimenta adecuada propicia acciones y las acciones producen convicciones.
¿La mona que se viste de seda, mona se queda? Mentira.  Motivada por la seda, la mona puede actuar como si no fuera mona y así dejará de serlo, o al menos de parecerlo.
Si decido tratar a una persona como si la quisiera, le brindaré apoyo, le dedicaré tiempo y la respetaré; entonces mi afecto hacia esa persona se hará real.

Hace poco salió otra película con el gastado argumento de una pareja de desconocidos que por motivos comerciales deben hacerse pasar por esposos y fingir que se aman.  Antes de verla deducimos el final:  es obvio, acabarán enamorándose.  Siempre sucede.  Cuando un hombre y una mujer de común acuerdo hacen como si se quisieran, tarde o temprano se querrán de veras.  Lo mismo ocurre en sentido opuesto.  Hay parejas que tienen todo para amarse y ser felices pero se portan como si no se quisieran:  se tratan con indiferencia, evitan los detalles y las palabras cariñosas, no son románticos entre ellos.  Tarde o temprano terminan detestándose.



De los actos nacen los sentimientos.
Las personas no podemos controlar lo que sentimos, pero sí lo que hacemos.  Actuando de forma constructiva generaremos emociones constructivas.  Actuando de forma destructiva generaremos sentimientos destructivos.

Pascal fue muy criticado por los intelectuales y filósofos del siglo XVII, pero la efectividad de su teoría ha sido comprobada.  Haz como si… funciona en todos los aspectos de la vida.
¿No te gusta tu trabajo?  Haz como si te gustara; decide tener actitudes y comentarios en armonía  con este nuevo supuesto, y acabará gustándote de verdad.
Esta técnica nos enseña  cómo cambiar de hábitos.

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