Del libro “Los
cinco ladrones de la felicidad” de John Izzo
El control (Intentamos
controlar el pasado y el futuro, en vez de vivir el presente)
La arrogancia (en vez de
pensar que me deparará el día de hoy, preguntar ¿qué puedo ofrecerle hoy al
mundo?)
La codicia (en vez de
compararnos, valorarnos y agradecer lo que tenemos)
El consumismo (eliminar
el “sería feliz si…” y elegir la
satisfacción y felicidad ahora)
La comodidad (Cambia
tus rutinas. Intenta una o dos cosas nuevas cada semana)
Treinta días para expulsar a los ladrones
Probablemente ya
te habrás dado cuenta de cómo cada uno de estos ladrones nos roba la felicidad,
y deseas vivir sin que te controlen. Pero ¿cómo puedes conseguirlo? Es
importante saber que deshacerse de estos patrones mentales es como desarrollar
cualquier otro hábito: requiere tiempo,
disciplina y planificación.
Puesto que pocos
podemos comprometernos a algo a largo plazo de forma imprevista, te recomiendo
un sencillo plan de 30 días para
echar de tu casa a los ladrones. Tendrás que comprometerte a realizar tres
sencillas prácticas que no te exigirán más de 15 minutos al día. Puede que
transcurrido este plazo no hayas conseguido expulsar del todo a los ladrones,
pero habrás avanzado mucho en el entrenamiento mental para la felicidad.
En primer lugar, comprométete a usar los cinco mantras de este libro repitiéndolos cada día. Te aconsejo que
los recites cuando te levantes y que los vuelvas a repetir antes de acostarte:
Elijo estar en el
momento presente y aceptar las cosas tal
como son. La felicidad no está en el resultado que busco.
Estoy conectado con todo lo que es, y si puedo
contribuir al bien de la totalidad, la felicidad me encontrará a mí.
La vida no es una
competición. Voy a dar gracias por lo
que tengo y por quien soy. Celebraré el éxito de los demás, pues cuando me alegro por otros, soy feliz.
Puedo elegir la
felicidad y la satisfacción ahora. Son un producto de mi mente, no el resultado
de lo que está sucediendo. Ahora elijo
la felicidad.
No soy mis
patrones. El hecho de que éste sea mi canal habitual, no significa que todavía
me sirva. Puedo elegir otro camino.
Concéntrate cada
día en uno de estos mantras. Por ejemplo, si eliges concentrarte durante todo
el día en vivir el momento presente, detén cualquier preocupación por el futuro
o lamento por el pasado en cuanto se manifieste y sustitúyelo por el mantra. Si te das cuenta de que te estás resistiendo
a algo que está sucediendo y que no puedes cambiar, repite el mantra. Puede ser
un atasco de tráfico, que la lluvia te haya obligado a suspender el partido de
golf o que tu pareja no quiera hacer lo mismo que tú. Simplemente acepta las
cosas tal como son en cada momento.
La segunda práctica es escribir un diario de gratitud durante los 30 días. Piensa cada día en tres cosas por las que puedas dar las
gracias. Comprométete, y proponte hacerlo siempre a la misma hora, ya sea al
levantarte y reflexionar sobre el día anterior o antes de acostarte. Luego elige a diario a alguien que conozcas y
escribe algo que te gustaría que le sucediera en su vida para celebrarlo con él.
Esta práctica puede ser especialmente poderosa si eliges algo que, de algún
modo, envidias o codicias.
La tercera y última práctica es dedicar todos los días unos minutos a preguntarte: “¿Ha aparecido hoy alguno de
los cinco ladrones?” Permite que el conocedor identifique el patrón para
que pueda atraparlo la próxima vez. Quizás el mero hecho de saber que vas a
hacerte esta pregunta al final del día, signifique que te vas a dar cuenta
justo en el momento en que aparezca.
Haz estas tres
prácticas durante todo un mes. Comprobarás que tu felicidad aumenta cuanto más
entrenas tu mente a estar abierta a ella.