Del Libro “ ¡Porque
lo mando yo! 2¨ de J.K.R.
LA COMPRA DE JUGUETES QUE VALEN
LA PENA
Los niños de hoy
son adictos a los juguetes y las
compañías fabricantes de juguetes los hacen de modo que tengan corta vida, de
todo propósito y para su provecho.
Después de todo, ¿para qué hacer juguetes que duren cuando el promedio
de estos niños está más preocupado por adquirir
que por la calidad de lo que obtienen?
Cuando compre
juguetes para su hijo, lo primero que deberá tomar en cuenta es el hecho de que
los
niños son curiosos. La primera pregunta que saltará en la mente
del niño cuando usted le regale algo, será “¿cómo funciona?” En la mayoría de los casos, usted descubrirá
cómo funciona accionando sus partes.
Desafortunadamente, la mayoría de estos juguetes no están hechos para
esto, pues si lo intenta se romperán.
No todas las
compañías fabricantes de juguetes entran en esta clasificación, aunque algunas de
ellas sí. Entonces, ¿cómo pueden saber
los padres si los juguetes que están comprando para sus hijos, serán una buena
inversión? Además de ser inofensivo, un juguete deberá reunir cuatro características:
PRIMERA: Que represente un amplio rango de
posibilidades creativas. Si es
capaz de “convertirse” en muchas cosas, tantas como la imaginación del niño
desee, en vez de una sola cosa definida por el fabricante; en otras palabras,
que permita las transformaciones.
SEGUNDA: Que
aliente la manipulación de éste.
Que pueda ser desarmado y armado de varias maneras. Los juguetes de éste tipo capturan el interés
del niño porque estimulan su comportamiento creativo.
TERCERA: Que sea apropiado para la edad del niño: No regale un pato de hule a un niño de diez
años ni tampoco un tren eléctrico a uno de dos años. La mayoría de los fabricantes imprimen en la
caja del juguete, la edad adecuada para ese juguete. Aunque no siempre es un dato exacto, le dará
una idea bastante clara del “ajuste” entre niño y juguete.
CUARTA: Que sea durable. Tiene que resistir maltrato.
Un juguete que
contiene estas cuatro características posée un excelente “Valor de juego” Cuando los padres me preguntan por algún
juguete manufacturado que tenga alto valor de juego, lo primero que viene a mi mente
son los modulares de construcción. En mi
opinión es el único sistema de juego que calificaría con un “10” por reunir los
cuatro puntos mencionados. También
materiales de arte-barro, pintura con los dedos papel para construcción,
crayones, tijeras – estos artículos deben ser de uso común en la vida de los
niños.
En relación a las
muñecas, la nueva generación de abrazos y mimos, llamadas también “muñecas
adoptivas”, habilitan a los niños para
explorar los sentimientos materiales y paternales y a actuar como tales. Estas, son más creativas e imaginativas que
las muñecas que caminan, hablan, bebe de una botella, y mojan sus pantaletas.
Y ya que estamos
hablando de muñecas, debo mencionar qué tan importante es que los padres no
limiten a sus hijos los juguetes en base a lo que se considera apropiado para
un sexo o el otro. Las muñecas y los
animales de peluche, son tan apropiados tanto para las niñas como para los
niños. Si su hijo quiere jugar con
muñecas, ¡cómprele muñecas! Si su hija
quiere jugar béisbol, ¡cómprele un bat y una pelota! Entre más libres son los niños, son más
capaces para explorar las posibilidades de la vida, presentando las mejores
oportunidades.
Sorprendentemente,
la mayoría de los juguetes “educativos”, tienen un bajo “valor de juego”. Son unidimensionales y retan la imaginación e
inteligencia del niño por un periodo de tiempo relativamente corto. Los juguetes educativos atraen en primer
lugar a los padres, quienes equivocadamente piensan que los juguetes de este
tipo aceleran el desarrollo de sus hijos o los preparan más rápidamente para la
escuela. De cualquier modo, en general
su valor educativo es bajo, superficial y un substituto pobre de naturaleza y
actividades más baratos.
Quiero hacer
notar que los juguetes mencionados arriba tienen un alto “valor de juego”, y se
han mantenido en el mercado por treinta años o más. Además, se ajustan a este criterio incluyendo
los bloques, trenes eléctricos (el niño puede usar leños y modulares para hacer
la estación del tren, edificios, puentes y túneles), etcétera), coches con
cajas de cerillos, figuras pequeñas de plástico (una bolsa con soldados de
plástico o indios y vaqueros), muñecas, casas de muñecas, (al niño se le puede
enseñar cómo hacer el mobiliario con papel de construcción), pistolas de
policía y maravillas por el estilo. Para
los niños más grandes, los juguetes “maleta” pueden llegar a ser el núcleo de
un jobi tales como juegos de química, telescopios y microscopios, colecciones
de piedras, modelos y similares. Un niño
obtendrá mucha más experiencia con los juguetes fabricados “a la antigua” que
con la “chatarra” de la actualidad.
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