jueves, 31 de octubre de 2024

Del libro: “La ausencia. Cuando un ser querido se va” de Patricia Ibarra - Ayuda a los pequeños

 

AYUDA A LOS PEQUEÑOS EN SU DUELO

 



Los niños tienen su propio mundo, pero es responsabilidad de los adultos ayudarles a crecer y desarrollarse lo mejor posible.  A veces parece que los pequeños no pueden darse cuenta de la realidad de la muerte y quisiéramos mantenerlos así, en su mundo de fantasía y juegos.

Pero la realidad es que la muerte también puede golpearlos y destruir su mundo, ya sea cuando se presenta el fallecimiento de alguno de sus padres, de sus abuelos, hermanos, amigos… y es nuestro deber ayudarles en su proceso.

1.-  Mantente atento a los sentimientos de los niños, escúchalos cada vez que sea necesario. Hazles comprender que tienes respeto por lo que sienten. Observa lo que hablan con otros niños o cuando juegan solos, para que sepas qué es lo que sienten y lo que les preocupa.

2.-  Cuando el niño toque el tema de la muerte, no trates de evitarlo. Incluso si no se ha producido ningún fallecimiento cercano, puedes comenzar a prepararlo para algo que tarde o temprano tendrá que enfrentar, con la muerte de una mascota o algún ejemplo tomado de una película o programa de televisión.

3.-  Sé paciente y tolerante.  Es posible que tengas que explicar lo mismo en varias ocasiones.  Recuerda que los niños, sobre todo a cierta edad, no se cansan de preguntar, eso es parte de su crecimiento.

4.-  Habla lo más claramente posible llamando a las cosas por su nombre.  Pídele al niño que repita lo que le explicaste, para que te asegures de que realmente entendió.

5.-  Demuestra tus propios sentimientos y pensamientos con él. No tengas miedo de decirle que te sientes muy triste por lo ocurrido.  No te hagas el fuerte frente a él porque percibirá que le estas mintiendo.

6.-  No olvides que cada doliente tiene su manera de expresar sus sentimientos, y los niños no son la excepción. No trates de imponer tu manera de sentir a los demás.  Sé respetuoso con la forma de ser de cada quien.

7.-  Déjalo que llore y se desahogue. Jamás le digas que se guante, y menos “como los hombres”.  Cuando el dolor no se expresa adecuadamente explota de otras maneras; en el caso de los niños puede ser a través de pesadillas, agresividad, mala conducta, bajas calificaciones, etcétera.

8.-  No impidas que participe en el sepelio pero tampoco lo obligues. Si él se manifiesta interesado en ir puede ser una experiencia positiva que le ayude a despedirse y a iniciar su proceso de duelo sanamente.  Eso sí: explícale que es lo que verá y escuchará en el funeral. Lo que sí es desaconsejable es obligarlo o permitirle que bese el cadáver, es una experiencia traumática y más en tan corta edad.

9.-  Sigue la rutina cotidiana. Los niños se sienten más seguros cuando su mundo sigue las pautas establecidas.

10.-  Nunca dejes de decirles cuánto los quieres.

 

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