lunes, 21 de octubre de 2024

 

Del libro: “Un alma valiente” de Nick Vujicic

Estrategias de defensa contra bullies

 

1.-  EVALÚA LA SITUACIÓN.

Antes de que cualquier cosa suceda, piensa si el agresor es una amenaza física o si nada mas está tratando de asustarte o herirte. Es mejor no sobreactuar, pero es todavía mejor sobreactuar que no ser lo suficientemente cuidadoso. Si sabes que este bully es capaz de ocasionarte un daño físico grave, deberías hablar con un adulto, ya sean tus padres, algún pariente, un maestro, un entrenador, un ministro religioso o un policía.  Si estás seguro de que el agresor solo quiere avergonzarte o atormentarte, de cualquier manera sería buena idea que le contaras a un adulto que estás teniendo ese problema, pero también deberías prepararte para ir con la cabeza en alto y dejar que las palabras se te resbalen.

2.-  LLAMA A TUS REFUERZOS

Si crees que un agresor planea confrontarte en la escuela, en la calle, en un juego o en algún otro evento, cuéntales a tus padres y por lo menos a otro adulto más que esté en posición de ayudarte. También deberías decírselo a tus amigos. No hay gloria en ir solo. Si es posible que siempre estés acompañado por lo menos de una persona, hazlo. Quienes se preocupan por ti quieren estar ahí para apoyarte. Incluso si no pueden estar ahí cuando el agresor te confronte, es importante que sepan que te sientes amenazado y que les digas quien es tu agresor.

3.-  MANTENTE CALMADO

Es más fácil decirlo que hacerlo, ya lo sé. Si piensas que se acerca una confrontación, para aumentar tu seguridad, lee un par de veces al día las afirmaciones de tu “Sistema de defensa contra el bullying”. Tómate un tiempo para pensar en las distintas posibilidades de lo que podría suceder para que estés preparado mental y emocionalmente: de la misma manera en que un atleta se prepara para un juego o un partido. Una vez más, haz tu mejor esfuerzo por mantener cerca a tus amigos y a quienes te apoyan.

Si el bully te confronta, una de las mejores maneras de mantenerte calmado es controlar tu respiración, inhalando profundamente y liberando el aire con lentitud. Si has escuchado las burlas de ese agresor con anterioridad, intenta quitarles el aguijón al imaginar que sus palabras rebotan en tu cuerpo. Después de todo, son sólo palabras. Palos y piedras, ¿verdad? Solo tienen el poder de lastimarte si permites que eso suceda. Tienes el poder de ignorarlas simple y sencillamente.

Tu mejor opción podría ser no hacer nada en lo absoluto. Ignora las palabras del agresor. Deberías ver a los ojos a tu antagonista, pero no enfrascarte en un concurso de quien sostiene más tiempo la mirada. En cambio, toma nota del agresor y simplemente sigue caminando. La mayoría de los bullies disfrutan al obtener una reacción que les brinda atención y alimenta su ego. Si te niegas a jugar ese juego, tal vez el agresor decida que no vale la pena molestarte.

4.-  RECURRE A TU FE Y A LA FUERZA DE DIOS

Siempre es bueno que alguien conocido como el Señor todopoderoso te esté cuidando las espaldas. Eres un hijo de Dios y él te guiara a través de tus batallas. Aprovecha su amor.

5.-  LLEVA LA CABEZA EN ALTO

Los bullies son menos propensos a molestar a alguien que parece seguro de sí mismo, así es que, incluso si no te sientes así por dentro, haz tu mejor esfuerzo por proyectar esa imagen en el exterior sin parecer arrogante ni agresivo. Puedes hacerlo al mirar a los ojos al agresor, al mantener los hombros equilibrados y el pecho hacia atrás. Cuando un bully te moleste, si puedes, no demuestres ninguna emoción. Muchos agresores se rendirán si no pueden provocar una fuerte reacción antes su maldad.

6.-  CONOCE TUS CAMPOS DE BATALLA

Entrénate para ver a tu alrededor y evaluar la escena en la que te está confrontando un agresor. Revisa si hay amigos suyos por ahí y si hay algo que puedas usar para defenderte, en caso de que no tengas otra alternativa. Durante tu encuentro con el agresor, mantente alerta y consciente de los cambios en su estado de ánimo, tono de voz y lenguaje corporal. Si el bully se pone cada vez más agresivo y se mueve hacia ti, debes estar listo para irte caminando o corriendo, para pedir ayuda o para defenderte.

Haz un mapa mental de las rutas de escape. Mira a tu alrededor para ver si hay alguien por ahí que podría ayudarte. No tengas miedo de pedir ayuda a extraños como último recurso. También puedes irte a para junto a un adulto para que el agresor desista de atacarte. Si tienes teléfono celular, asegúrate de programar un código de marcado rápido con un número de emergencia de amigos, familiares o de las autoridades.

7.-  RESPETA AL AGRESOR

Suena loco, ¿verdad? Algunas personas se convierten en bullies para ocultar sus inseguridades y su baja autoestima, así es que insultarlas o humillarlas quizá sólo empeore una situación ya de por sí mala. Por difícil que pueda ser, trata al agresor con respeto, incluso si él no te muestra ninguno. Puede que el ánimo del bully esté fuera de control, pero no querrás añadir combustible a las llamas.

8.-  MANTENTE FUERA DEL ALCANCE

En Proverbios 4:14-16, la Biblia ofrece algunos sabios consejos sobre cómo evitar a los agresores: “No entres en la senda de los malvados ni avances por el camino de los malos.  Evítalo, no pases por allí, desvíate de él, y pasa de largo. Porque ellos no duermen, si no hacen el mal; pierden el sueño, si no hacen caer a alguien”.

A que es difícil mejorar ese fragmento de sabiduría antigua. Puede parecer obvio, pero deberías intentar no ir a ninguna parte en donde tu agresor te pueda confrontar a solas. Si hay un área de juegos o un centro comercial o algún otro lugar que frecuente tu agresor, mantente alejado. Si tu agresor te está confrontando en la escuela o en algún otro lugar en donde tengas que estar, por favor intenta mantener la mayor distancia posible entre tú y él, en especial si no hay nadie por ahí que pueda ayudarte.

Los expertos en autodefensa aconsejan mantenerse por lo menos a dos o tres pasos fuera del alcance. ¡Te aconsejo que te mantengas a uno o dos kilómetros de distancia! No querrás facilitarle al agresor el que pueda agarrarte o molestarte verbalmente. Si el bully intenta reducir la distancia, tienes la alternativa de retroceder con paso ágil – no corras si puedes evitarlo – o puedes pedirle respetuosamente que no se acerque. Si huyes caminando o corriendo, asegúrate de revisar que el agresor no te esté persiguiendo.

9.-  NO PERMITAS QUE EL AGRESOR TE ENCUENTRE SOLO O TE APARTE DE LOS DEMAS

Si el bully intenta empujarte o arrastrarte lejos de las demás personas o meterte en un vehículo, haz tu mejor esfuerzo por hacer el mayor ruido posible mientras te resistes físicamente. Dile que se detenga. Si no lo hace, entonces grita “¡SUÉLTAME!” lo más fuerte que puedas e intenta atraer la atención de las personas que están a tu alrededor.

Puede que sea momento de contraatacar si el agresor te sigue agarrando. También podrías tirarte al suelo, agárrate de un poste o de una cerca y gritar pidiendo ayuda si sientes que corres el peligro de que el agresor te arrastre lejos.  Patear, morder, rasguñar, y escupir son acciones de autodefensa que puedes usar como último recurso si sientes que te están atacando y estas en grave peligro. Si tienes spray de pimienta o algún otro repelente de autodefensa similar y sabes cómo usarlo, este es el momento.

 

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