Del libro: “La ausencia.
Cuando un ser querido se va” de
Patricia Ibarra
DISTINTOS
TIPOS DE MUERTE
El proceso de duelo
será diferente según el tipo de muerte a la que nos enfrentemos. No es lo mismo
cuando la vida sigue por su camino natural y alguno de los padres fallece a una edad avanzada, o cuando alguien
muere después de haber luchado inútilmente contra una enfermedad. En esos
casos, los allegados han tenido tiempo para hacerse a la idea de lo que
inevitablemente ocurrirá y, aunque el dolor sea inmenso, será menos complicado
superar la perdida.
Pero cuando la muerte
se produce sin previo aviso se necesita una atención especial. Pueden ser
fallecimientos por accidente, por ataques al corazón, por homicidios, por
suicidio. Estas situaciones son más
difíciles de superar y requieren mayor trabajo para procesar el duelo. Algunas
sensaciones comunes cuando se presenta una muerte súbita son:
Ø Sensación profunda de que no es algo real: “no
puede ser”, es una frase que se repite constantemente.
Ø Sensación de aturdimiento que puede durar
bastante tiempo y eso limita la recuperación.
Ø Sensación de culpa que se expresa con palabras
como: ¿Por qué tuve que darle permiso de salir esa noche?”.
Ø Culpa dirigida hacia alguien en especial, que
puede ser un miembro de la misma familia.
Ø Sensación de impotencia unida a un intenso
enojo, con deseos de desquitarse y responsabilizar a otros.
Ø Estrés que puede llevar a una depresión
crónica.
Ø Remordimientos por no haber hecho o dicho algo
por la persona fallecida.
Ø Un profundo odio hacia quienes consideramos
culpables de la muerte: amigos del fallecido, médicos, policías, criminales…
Todavía más difícil es
aceptar la muerte por suicidio y el duelo es mucho más largo y prolongado. El aislamiento social y el sentimiento de
culpa son mayores. Y esto es peor cuando
el doliente fue quien descubrió el cuerpo: se trata de un acontecimiento traumático
e imborrable. Además, se busca, a veces
de manera obsesiva, una explicación a lo que ocurrió. El enojo y la desesperación son inmensos, y
muchas veces esto provoca graves problemas en la familia, porque a fuerza se
quiere encontrar un culpable de la fatal decisión. En estos casos no hay que contar solo con
nuestras propias fuerzas, sino pedir ayuda para elaborar el duelo.
Cuando el suceso es
resultado de un hecho violento, los dolientes pueden obsesionarse con el
pensamiento de saber cómo habrá vivido su ser querido aquellos últimos
momentos. Es importante entender que
nada puede cambiar lo ocurrido y tenemos que superar la pérdida.
Enfrentar una muerte
repentina, sobre todo si es violenta o si involucra a niños o jóvenes, es un
proceso muy complicado. Aquí te
ofrecemos algunas idea que pueden ayudarte si tú te encuentras en este caso.
1.- Es importante ver el cuerpo del ser querido
para poder salir de esa sensación de incredulidad y comenzar a aceptar la
pérdida. Pero también depende de las
circunstancias, porque hay ocasiones que no está en condiciones físicas de ser
visto. En ese caso hay que participar en
el funeral.
2.- En este caso no es bueno concentrarse en las
circunstancias de la muerte o en los posibles culpables, sino en la pérdida
misma. Es verdad que cuando ha sido
resultado de un hecho violento, los dolientes encuentran cierto consuelo cuando
los responsables reciben su castigo. Pero hay que entender que eso no siempre
es posible y no podemos permitir que eso detenga nuestro proceso de duelo.
3.- Repítete:
“sobreviviré”, dile a tu familia o a quienes también están afectado por
la muerte repentina de alguien: “sobreviviremos”. No se trata de un consuelo vacío, sino de una
verdad que en esos momentos cuesta trabajo admitir.
4.- Busca e intégrate a algún grupo de oración o
de apoyo para personas en circunstancias parecidas. Existen grupos de autoayuda en donde personas
que viven una situación similar comparten sus experiencias y su dolor. Comprobarás que puedes recibir un consuelo
espiritual y humano muy profundo.
5.- Si eres una persona de fe, acércate a la
iglesia y no dejes de orar por tu ser querido. No culpes a Dios, refúgiate en
él.
6.- No rechace antes de tiempo la ayuda de un
especialista. Tienes que estar
consciente de que esta es una situación límite y necesita todo el apoyo
posible.